domingo, 2 de junio de 2024

Fuimos castigados, quebrantados, fusilados

quedamos absortos y mudos 

al punto de casi blasfemar la vida.

Como un asiduo de la insurrección 

escupiré lo más soez ante lo injusto 

que se mueve frente a nuestros ojos. 

La incredulidad y la desdicha 

rien de nuestro dolor.


¡Maldito seas destino! 

Maldito quien tira del hilo que hoy nos asfixia.


Ya ajustaremos cuentas de cada lágrima 

que hoy mi hijo ha derramado.