Va cayendo la tarde
Y la gente a media calle camina,
andan sueltos sin ningún arte
como si un gobierno no los oprimiera.
Conversan unos, otros tristes
a pasos cortos transitan,
descamisados se miran de reojo los bolsillos
están vacíos pero no falta para la bebida.
Aquí veras el frenesí de cada ser al volante
escondiendo una historia pérdida,
cambia el semáforo a verde
el impaciente fulgor los apresura.
Cae la tarde incandescente
entre cemento y manglar cae hipnotizada
Aquí en Guayaquil
-Dueña de mis tempestades-
entre sudor y una lluvia de repente
algún bocado, un trago, una sonrisa.
Seres en mosaico agonizan con la tarde.
©️H. López G.