Me doy cuenta que no te merezco,
no valoré tus virtudes.
Abusé de tus bondades,
te descuidé
y engañé sin considerarte.
Mi cinismo en ti no cabe,
es un incendio a tu alrededor.
Enardecido estoy
con un aluvión en mi conciencia a punto de
explotar.
¡Hoy mirarte no puedo!
El espejo se resquebraja al vernos,
emana lágrimas de compasión
y la culpa no me persuade.
Seguí mi instinto:
Figura que desconoce de dios,
imagen dentro,
en mí,
que castiga y solo arde, arde...
©️H. López G.