El paisaje no es el mismo...
Con mis ojos víctimas de la apatía
todo se torno blanco y negro
como el letargo que me consumía,
que me lleva a peregrinar
la habitación del olvido
donde no logro generar respuesta.
No se eriza tu marmol desnudo
no se humedece aquella hierba,
sientes olvidar aquel diluvio
cuando todo lo hacíamos juntos.
Aquellos encierros donde el diluvio
fuiste tú y me escondía
bajo el pecado de tu lengua
y esa perversa mirada trascendía.
Era de los placeres víctima del aluvión
ese que me ahogaba y me perdía
que venía de ti, de tu paisaje
sobre mi tumbada y jadeante
iluminada,
como los faros en la madrugada
al separarnos,
mirándonos sin ganas de irnos
y en algún rincón
la calle nos escondía
e inesperadamente me embriagabas,
donde inesperadamente te hice mía.
©️H. LÓPEZ G.
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